Aprendiz de escritor...arquitecto de mi existencia.

rio laja chile

GUSTAVO ARANEDA

sábado, noviembre 11, 2006

2.- HAY QUE SEGUIR ADELANTE...

Esta semana ha sido un poco especial, laboralmente hablando solo rutina, salvo la relación con una colega que, hasta hace poco, nuestra relación era estrictamente de trabajo, se ha producido un acercamiento y he descubierto que ella es más agradable de lo que por apariencia muestra…
Mi gran placer, cuando voy a algún lugar, es beber un rico café Express y una coca cola bien helada (no me gusta el hielo en el vaso) mis cigarrillos y si a eso se le agrega una buena compañía con una buena conversación… eso es el cielo… el martes pasado caminaba despreocupadamente hacia mi casa, me metí a un Café, que está en el camino. Nunca me había fijado en él, y bueno, entré…
Me atendió una mujer, físicamente muy especial, un ropero de tres cuerpos con segundo piso, coronado con un pelo desordenado y mal teñido de rubio… a decir verdad, quise salir arrancando de inmediato, pero como entré embalado…

- ¿Qué se va a servir mijito?

Y ahí me encandilé, una voz potente, muy grata y sentí su calidez de persona en toda mi piel, la quedé mirando y no se que cara le puse que me dijo, con un aire muy pícaro…

- Eso, aquí, ahora, no…

- ¿Qué cosa? Sentí algunas sonrisas a mis espaldas, donde había algunas mesitas y contertulios bebiendo…

- ¿Anda sólito?

Mire hacia ambos lados y le dibujé una sonrisa en mi cara...

- No se preocupe, siempre hago preguntas huevonas, dijo mientras pasaba el típico pañito por sobre el mesón frente a mi…la risa fue mas potente a mis espaldas...

- Las preguntas nunca son huevonas, dije tranquilamnete, normalmente lo son las respuestas (me acordé de una frase típica de mi profesor de filosofía). Me preguntaba dónde cresta me vine a meter…

- ¿Me puede servir un café por favor?

- ¿Express?

- Mejor

- ¿Grande o chico?

- Como sea su cariño

- ¡Lucho!– grito hacia el interior – Tráeme un tambor, lanzo una risotada que me contagió y terminamos riendo los dos.

¿Algo más?

Si, una coca cola en botella, bien helada por favor…

Activó la máqina del café Express y fue a un cooler y sacó una botella que, inmediatamente, se empañó…

Bebí lentamente ambos brebaje y me fumé tres cigarrillos, afuera comenzaba a obscurecer y se me hicieron más visibles los parroquianos que estaban a mis espaldas, a los cuales los fui observando a través del espejo que estaba detrás del estante, que tenía enfrente, donde estaban desordenadamente una serie de botellas de licores y en donde, cada vez que se daba vuelta la dama del mesón, coquetamente se miraba y se arreglaba, sin mayor resultado, un porfiado mechón que cruzaba su frente.
Me pareció reconocer a un personaje que tenía las espalda, le habría conocido en una notaria cercana ya hace muchos años, no me podía equivocar tanto, por un lunar blanco en la mejilla izquierda y que entre sus compañeros le decían "El viejo dálmata"… eso me dió algo de tranquilidad…

- ¿Cuánto le debo?

- Nada…

- ¿Cómo?

- Nada

- Pero…

Se acercó hacia mi cara, colocando sus opulentos pechos sobre el mesón, me tomó la mano de manera firme… (Se apretaron los esfínteres, mi respiración se me empezó a cortarse y me preguntaba con que loca me encontré) y a media voz me dijo:

Gustavo, quiero que vuelvas, nos va hacer bien que conversemos…

Volvió a su estado normal… me dio dos palmaditas sobre mi mano, tomo la taza y el vaso que ya estaba vacío y se fue hacia el interior….

A buen entendedor pocas palabras…

- Gracias… hasta luego… y Salí lentamente….

Ya en la calle respiré profundo, encendí otro cigarrillo y comencé a caminar, mientras repasaba en mi disco duro ¿Quién es esta mina?
Y hasta ahora no recuerdo, pero esa sonrisa ya se me esta haciendo familiar…
He pasado dos veces por la vereda del frente del local, me detengo por un instante y sigo caminando… siento que ella me ha visto…pero, hay que seguir adelante…

3 Comentarios:

Me gustó.

Claudia
Bonita historia


Lorena
Gracias por los comentarios, a Claudia porque le gustó usaré tu nombre para los próximos relatos y a Lorena, que la encontró bonita, usaré tu nombre para identificar a la dama del mesón. No se molestan ¿o no?.
Gustavo.

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