(terapia hecha a través de la escritura)
Hace casi un año comencé este blog en donde he ido plasmando una serie de vivencias mezclada con recuerdos.
En el primer post usé la expresión terapia escrítica como una forma de conceptuar esta práctica de usar el blog para desahogar el alma.
Durante este período de tiempo me he hecho de amigos los cuales me han visitado de manera frecuente y otros que han pasado sin dejar rastro. Es como todo en la vida.
Al tratar de hacer un balance de todo lo ocurrido no me cabe mas que destacar la presencia determinante de Roberta, quien como un personaje real pero sacado de alguna historia fantástica, apareció en mi vida y me hizo ver las cosas desde una perspectiva diferente, se donde esta y que está haciendo, y ella sabe que con este aprendiz de escritor cuenta como un amigo, por sobre cualquier otra consideración.
Por otra parte, mis recuerdos se hicieron presente a través de circunstancias muy especiales, y sabiendo que nada ocurre por casualidad, he tratado de encontrarle sentido a cada uno de los hechos.
Por muchos pasajes de este año vivido perdí la brújula y cometí una serie de errores, en la peregrina idea que algunas personas cambiasen, pero la naturaleza de los seres humanos es como los tropismos, son parte inherente de cada individuo y difícilmente cambiaran, por lo que he llegado a la conclusión que no debo detener mi andar por quienes no soy parte de su proyecto de vida.
Los años vividos nos van haciendo cada vez más inteligentes (saber vivir) o nos van atrofiando nuestros sentidos al punto de comenzar a vivir en las obstinaciones y en una evolución poco afortunada, de considerar que los demás viven en una permanente equivocación.
En resumen, y sin caer en paisajes comunes y manoseados, he vivido a mi manera y de la mejor forma posible, dentro de lo que mis sentidos y criterio me lo han aconsejado, he cometido errores y también no he sabido aceptar otros puntos de vista, en resumen, he actuado más o menos como muchos seres humanos.
He tomado conciencia que mi tren de la vida ha comenzado el viaje del último tramo, no se cuantos kilómetros quedarán de vía, ni cuantas estaciones mas hay mas adelante, no se si me encontraré con otra Penélope, no se en definitiva que me espera, ya que no hay mapas ni referencias, sólo me guía un sentido común y buenos propósitos que se que son válidos y buenos para mi, no se si habrá alguien que los comparta, pero al fin de cuentas, es así la vida.
Recuerdo cuando por esta fecha hace muchos años atrás, nos preparábamos para dejar nuestras aulas escolares y vislumbrábamos la posibilidad de ingreso a la Universidad, en muchas de nuestras conversaciones deseábamos que la mayoría del curso siguiera junto, quizás porque no queríamos experimentar la opción de conocer otras realidades y otras personas, total, ya nos conocíamos mas o menos bien y llevábamos varios años juntos, pero la realidad ineludible de la evolución nos llevó a todos por caminos muy diferentes. En resumen nos resistíamos al cambio, pero no mostrábamos temor.
Hoy es todo diferente, ya no están las energías de la adolescencia, y la insolencia del desafío a lo desconocido, pero si la aceptación a que, como las manecillas del reloj, nunca volverán hacia atrás y cada paso dado, es un paso menos en la proyección de la vida.
Sin embargo, cada etapa de la vida tiene también sus beneficios y sus propósitos, es cosa de saber descifrar los símbolos. Hace veinte y tantos años atrás, no habría dado el tiempo para hacer estas reflexiones, pero la vida se ha encargado de mostrarme hechos y situaciones, a través de las cuales he encontrado motivación para poder disfrutar de la mejor manera el tiempo del que dispongo y aprender a dejar de lado todo aquello superfluo o molesto que me distraiga o contamine mi espacio y mi espíritu.
“En esta vida hice lo que pude
No sé si hice poco o quizás mucho
No creo que fui un santo y esto lo comprende dios
Lo comprende dios...
Fui caminando con lluvia y con viento
Viví la risa y también el llanto
Y muchas de esas veces me quede muy solo yo
Y pude seguir todo siempre al modo mío…”
“A Modo Mio”
Claudio Baglioni
NOTA: Busco una fotografia del cuadro "El cristo desde arriba" de Dali (no se nota que me gusta este pintor)