GUSTAVO ARANEDA

Hace un par de días llegué bastante confuso a casa, era cerca de las 2 de la mañana y siempre trato, los días de semana, no llegar muy tarde, pues me da mucha flojera levantarme temprano al día siguiente. Sin embargo esta vez, me quedé dormido casi una hora después.

Esa tarde caminaba sin mayor rumbo por el centro de Santiago, mientras trataba de ordenar algunas ideas y considerar algunas alternativas de un nuevo proyecto en donde he involucrado a varias personas. De cuando en cuando me detenía frente a alguna vitrina sin un objetivo fijo… cuando de pronto me encontré frente a frente con Valentina…

Nos saludamos muy afectuosamente, pero la sentí algo errática, pero como recordé que esta viviendo días complicados, por el tema de su separación, no le di mayor importancia y traté de no tocar temas cercanos a su drama. Andaba algo descuidada en su presentación personal y, algo me llamó la atención poderosamente, estaba fumando en la calle y eso sólo lo hace cuando caminábamos en grupo.

Hecho de menos a Camilo…
Es natural…
Mas de la cuenta…
Se lo haz dicho…
Si, y ese ha sido mi gran error…
Mantener el nivel de sinceridad es un buen síntoma…
Pero eso era lo último que debería haber hecho, Camilo es un ególatra…
Todos tenemos algo de egolatría…
Nunca se preocupó de nosotros, todo debía girar en torno a él…

Me comentó muchos aspectos de la intimidad de su matrimonio que me sorprendieron mientras cenábamos…Siempre tuve la impresión, y eso nos hacían creer, que Camilo vivía para su “negra” y después de sus confesiones, según ella, era todo lo contrario, eso explicaba la relación que mantenía con los padres de Valentina y en particular, la conducta muy fría de su padre. Siempre me lo explicaba, por esa típica conducta de celo del padre para con el yerno.

La sobremesa fue más extensa de lo normal, lo mismo que los bajativos que ella se sirvió, al punto de mostrar una intemperancia manifiesta, sin embargo, en cada uno de sus relatos no perdía coherencia.

Me habló de las múltiples infidelidades de Camilo y que él negaba a pies juntillas, pero las evidencias eran claras y sus explicaciones burdas, lo que fue minando la confianza entre ambos, pero ella, en aras de mantener la imagen de una familia normal, aceptaba y en los últimos tiempos, definitivamente, ya no hacia mayores cuestionamientos.

Por muchos años lo único que quería era tener un amante, pero siempre me detenía… y ahora lo necesito más que nunca…
¿Y crees que es una buena solución?
No, pero necesito olvidarme de él…bueno, si he tenido un par de aventuras, no, la verdad he tenido sexo un par de veces…y ¿por que no?…. Total… pero eso me produce un conflicto interno, entre la cultura adquirida o impuesta y mi necesidad de ser libre… si, libre… ¿Tu me haz deseado alguna vez?, no me contestes, ¿Alguna vez, haz pensado en acostarte conmigo?... si te lo pido ahora, ¿Lo harías?... no digas nada… tu respuesta ya la conozco… ¿Por qué una se tiene que acostar con un desconocido? cuando lo mas lógico sería hacerlo con alguien al que le tienes la confianza suficiente… estoy hablando puras tonteras…si me acostara contigo, tú tratarías de darme cariño… y lo que quiero es sexo, y no es que no crea que no me lo puedas dar…no, no, no… porque lo que yo quiero es… es pene… eso… esa es la lectura que saco de esa frase tan manía de “un clavo saca a otro clavo”… debería ser, “un pene saca a otro pene”… ¿me encuentras vieja?… siento que perdí mi atractivo… ¿sabes?... tengo rollos… se me esta empezando a caer el poto… se me están cayendo las tetas…y no me he mirado ahí, por temor de encontrarme alguna cana…

Estaba sorprendido… me parecía que estaba en medio de una terapia de grupo, esas en donde se comienza con;”Mi nombre es Valentina y soy alcohólica…”

… en el último año sólo tuvimos relaciones… tres veces… tres veces… y me decidí a buscar sexo cuando me di cuenta que masturbarme era una estupidez, me quitaba valor como mujer…pero igual quedaba vacía…

Ella siempre supo que me desordenaba las hormonas, situación que yo trataba de no dejar en evidencia, pero por otro lado, ella siempre ha contado con mi amistad y lealtad a toda prueba, y como iba a ser de otra manera si ella siempre ha sido mi yunta, hemos sido, mutuamente, “paño de lágrimas”. Por muchos años realizamos, en conjunto, muchas actividades, claro que en mas de alguna oportunidad me dejó entre ver que ella se sentía “muy bien” conmigo a lo que le respondía que el sentimiento era mutuo.

En una oportunidad, mientras participábamos en un conclave en el litoral central, mientras Camilo se confabulaba con otros amigos, conversamos un largo rato en la entrada de la cabaña que me habían asignado y sentía el deseo de invitarla a entrar y percibía que ella estaba esperando la invitación, se sentía en el aire como las hormonas tenían su carnaval, y creo que ambos tuvimos miedo, miedo a lo que después seguiría, hecho que ella me aclaró cuando nos despedimos en la puerta de su casa, sin embargo no nos negamos, ahora, la oportunidad de despedirnos con un cálido beso en la boca.

Debo confesar que fueron muchas las veces que desee darle un beso a Valentina, pero, esta vez, el ósculo lo sentí como un adiós, no hacia mi, sino un adiós de Valentina a los sueños de mujer cliché, esos sueños estereotipados que le grabaron en su subconsciente desde niña, cuando le enseñaron a jugar con muñecas y donde ella era la mamá, en esos juegos donde hacia de anfitriona sirviendo té en esos juegos de tazas ridículos, escuchando esos cuentos donde el héroe no eran mujeres, en esa edad donde a las niñas se les enseñaba como ramo obligatorio “Economía doméstica”, a tejer, a bordar, a cocinar, para ser unas perfectas “dueñas de casa”.

Me quedé pensando si eso también hice, cuando me tocó compartir la educación de mi hija… si fui cómplice de este sometimiento cada vez que le regalé una muñeca… ¿cuántos errores cometí?... que te vaya bien amiga en tu nueva etapa de vida, y gracias por la lección, un poco tarde para mi, quizás, muy oportuna para otros…

jajajaja ,un pene saca a otro pene, es cierto y eso de que con un conocido claro que si, al menos queda como todo "entre amigos" jajajaja, me gusta tu escrito. besos. Ahh y dale mis cariños a Valentina.
Roberta.

Gracias, ¿tú también eres Roberta como mi... musa inspiradora?... ¿hay más Roberta en este universo?.

Gustavo

Dos moralejas aprendidas con este post:

1.- "Un pene saca otro pene" (GENIAL!)
2.- Si llego a tener una hija, JAMÁS le regalaré muñecas ni juegos de té con casita, NO!

...pensándolo bien la verdad es que siempre es mejor atreverse con un amigo, al menos hay algún nivel de confianza...

Un abrazo
:)

Oiga iñor

Muchas gracias por las palabrotas, algunas ya estaban en la letra A, B y C, no obstante las otras las incorporo.

El vete

PS: Está en lo profundo del alma, el Liceo de...