GUSTAVO ARANEDA

miércoles, enero 17, 2007

13.- REGALO DE CUMPLEAÑOS….

Me había paseado varios días por el centro de Santiago en busca de un regalo de cumpleaños para Roberta, pasaban los días y no encontraba algo que realmente me dejara conforme y a la vez que a ella le significara algo.
Los regalos de cumpleaños como los regalos de bodas, normalmente son un “cacho”, casi nunca uno acierta, y al final se termina regalando tonteras que son aceptados como si fueran un diamante y al día siguiente pasan a ser parte de la población de los cachureos inútiles en alguna caja ubicada en algún rincón del closet.
Ella prácticamente lo tiene todo, ¿ropa? ¿perfumes? ¿Joyas? ¿qué?... estas son las cosas que uno no quiere enfrentar, además por la significación de la fecha y en la edad que se encuentra… un libro me sugirió una amiga, eso nunca falla…. Pero ¿cual?.... Cohello, esta de moda y figúrate, me dijo, hasta a la Cecilia Bolocco le gusta el autor…. También le gustó el autor de la Reforma Justicialista de Argentina, y el autor de la esquina famosa…
Fui a ver unas joyas en lapislázuli, claro que hay cada “mula” y si uno no sabe elegir, imagínate que le regale un collar de ese material, capaz que una vez puesto, al poco rato, y con los calores que están haciendo, le deje el cuello manchado de azul…
Las cosas artesanales están “out”, las velas aromáticas no calientan a nadie, los adornos de fierro forjado, los candelabros, no…no…no… un adorno para el auto… un CD... tampoco…
Estaba en estas cavilaciones cuando entró en mi correo una oferta de cabañas por el fin de semana en la costa…. ¡Esta es la mía!…. Llamé y me dieron tanta información menos la que a mi me interesaba, así que a la mitad del monólogo de la vendedora, amablemente la interrumpí y luego corté…
Hola amor, ¿Cómo estás?
Bien, con bastante trabajo, contestó
¡Pucha!
Pero, dime no más… estaba esperando tu llamado….
Me sonó como a frase de cortesía ya que no nos llamamos con frecuencia en horas de trabajo, salvo para darnos alguna información…
Estoy en un problema mas o menos serio y quiero que me ayudes…
Dime ¿de qué se trata?…
Estoy tremendamente complicado, mañana es tu cumpleaños y debo serte sincero… ¡No tengo idea que te puedo regalar!, quiero que me sugieras algo…
Ella se rió de muy buenas ganas al otro lado del teléfono y me pidió que esperara…
No quise pasarme rollos… en la tarjeta de crédito tenía un saldo mas o menos potente, en el saldo del banco estaba también algo sólido.
Ahora soy yo la que te quiere pedir un favor…
Si… dime…
¡Qué te parece si mañana nos juntamos en la tarde! y ahí te digo lo que quiero, será toda una sorpresa… ¿te parece?
Hay momentos que a las mujeres no se les debe llevar la contra ni con la mirada y este es uno de ellos….
Bien, hagámoslo como tú dices….
Qué rico…. Ya poh, mañana nos vemos….
Y hoy ¿no nos vemos?
No… mejor mañana…. Besitos… y me cortó….
Esa tarde pasé por la oficina de Alberto, que es mi banco particular para emergencias y le pedí un apoyo financiero "por si las moscas"…. Para que voy a entrar en detalles, pero me tuvo en el “columpio” como dos horas y cuando nos despedimos me pidió que fuera portador de sus saludos para Roberta y que nos invitaba a comer cuando nosotros quisiéramos, gesto que agracedí muy gratamente.
Gustavo, ¿puedes pasar a buscarme a la oficina?
Si, ¿a qué hora?
Como a las siete…
Bien…y nuevamente me cortó….
Esta vez me quedé molesto, porque ni siquiera me dejó decirle Feliz Cumpleaños y, como me cortó la llamada, no la llamé en todo el día, claro que me picaban los dedos por marcar su número y decirle tantas cosas que se estaban acumulando en mi…
Para agregar suspenso a la situación, me había puesto una corbata hermosa de color rosado que hacia juego con la camisa y mi ambo regalón, me sentía diez veces un Pato Lagunas, pero simpático, y la manché con café, por lo que tuve que lavarla en el baño, con la posibilidad que no saliera la mancha….
Llegué puntual a la cita, ella me estaba esperando en la entrada del edificio, conversaba con unas colegas, me detuve por un instante a una distancia prudente y a modo de excusa encendí un cigarrillo, ella se dio cuenta de mi actitud y discretamente me hizo una seña para que me acercara, me presentó como su pareja a sus amigas y luego nos fuimos….
…
me comentaron que se inauguró hace poco un snack bar cerca de aquí…

¿quieres ir a conocerlo?
Pero…¿y tu regalo?…
No te preocupes, tenemos tiempo…
Mientras caminábamos hablamos de las cosas del día de nuestros trabajos, claro que cosas superficiales…
¿Qué te parece?
Bonito…. ¿Ya lo conocías?
La semana pasada vine con unas amigas…
El ambiente bastante agradable y nos conversamos algunos tragos y cuando me dí cuenta había pasado como dos horas…tiempo que no nos dimos ni cuenta…
Roberta ¿viste la hora que es?
Si… pero ¿de que te preocupas?
¿Y tu regalo?
Pero Gustavo, estamos tan bien, además, no hay apuro, yo ya decidí lo que quiero y se que tú me vas a dar en el gusto…. Tranquilo…. Además esta exquisito el pisco sour, me voy a tomar otro… ¿no te molestas?….
Haz lo que quieras, estas de cumpleaños…
Y nos enfrascamos en una conversación en donde hablamos de todo, incluso de sus juegos y fantasías de de niña, de su primer amor, de las largas charlas con su abuela, de sus desamores, de sus parientes, sus primos queridos, de sus abuelos, de los veraneos donde se juntaba toda la familia, de sus hermanos, de sus enfermedades, de sus proyectos y sueños, de su soledad, de sus penas… e incluso que alguna vez se sintió depresiva… por momentos sus ojos se ponían brillosos, tanto de pena como de ansias…
Perdone que los moleste, pero ya vamos a cerrar, y les quiero traer la cuenta, dijo el garzón con una cara de compungido…
No, tráigala, por favor….
Roberta estaba radiante….
Pagué la cuenta y salimos, la noche estaba fresca, sentí el aire golpear mi cara y no se si fue idea mía, pero lo noté hasta sin smog….
Roberta, me siento mal…
¿Por qué?
¿Y tu regalo?
Ya me lo diste…
¿Cómo?, ¿Cuándo?
Ella se rió con tantas ganas que me pareció que la ciudad se inundaba con su risa contagiosa y cristalina…
Yo no entendía nada de nada….
Me tomó de la mano y acercándose a mi oído me dijo:
Llévame a un motel….
¡Al sordo le hablaron! Estaba tan linda y desde que la vi en la entrada del edificio había quedado con el termostato al tope, no perdí tiempo alguno…
Parece que hice buena faena ya que ella estaba satisfecha y mientras me fumaba un cigarrito, entre triunfante y pleno, hice la pregunta que en ese momento no aquilaté si era inteligente o huevona, pero igual la hice….
¿Y cuál fue el regalo que te dí, que no me di cuenta?
Durmamos y mañana te lo digo, te lo prometo….
Yo cacho cuál podría ser, pero me da vergüenza de solo pensarlo…
¡Que especiales son las vikingas!…. Y que desatinados somos los vikingos…
Y entre tantas cosas, me olvidé decirle; Feliz cumpleaños amor….