Aprendiz de escritor...arquitecto de mi existencia.

rio laja chile

GUSTAVO ARANEDA

domingo, diciembre 09, 2007

CEFERINA Y DAGONERTO (6a. Parte)

NOTA: El Cd que contenía los capítulos finales está guardado y no tengo acceso, porque la llave del mueble la tiene una colega que nada de viaje, y no me quiero dar el trabajo de rehacerlo.


Gustavo.

07/mar/2008


Ayentemo casi no durmió, le daban vuelta muchas cosas, trató vanamente de ordenar las ideas y siempre quedaba con algo inconcluso, ahora se agregaba a todo esto la presencia de la hermana del juez, ya empezaba a considerar hasta la posibilidad de brujerías, argumento muy propio de la gente de campo cuando no le encontraba explicación.

Esperó hasta que escucho ruidos y se levantó, se cruzó en el pasillo con la señora Melania quien lo condujo al comedor donde le sirvió un reconfortante desayuno, donde una taza de café de granos y leche era acompañada de panecitos amasados recién salidos del horno…

¿Y Don Celedonio?
Salió hace un rato, pero dijo que estaba de vuelta como a las nueve…si quiere repetirse hace sonar la campanilla…

Gracias, mientras que de reojos miraba el reloj de la pared que marcaba poco mas de las ocho y media, por lo que desayunó lentamente…repasaba mentalmente el plan que se había trazado para el día.

Terminó el desayuno y volvió a la pieza en busca de la caja de madera que no había abierto aún, de regreso se topó con el Juez que entraba a la casa a paso resuelto.

Buenos días Don Celedonio,
Buenos días Ayentemo… veo que abrió ya la caja
No aún, la fui a buscar para hacerlo delante de Ud.
No creo que sea necesario que lo haga delante de mi
, mientras entraba al comedor cerrando la puerta tras de si.

Ayentemo se quedó en el pasillo y de nuevo en medio de la nada. Encaminó sus pasos hacia el jardín interior en donde el día anterior había tomado onces con el juez, dejó la caja encima de la mesa y de nuevo a ordenar ideas… recorrió calmadamente cada rincón y se detuvo frente al portón que separaba el "jardín de las mujeres" como lo señaló el juez…vaciló por unos instantes y como no le advirtieron que esa parte estaba prohibido el paso, decidió entrar… en medio de ese jardín muy bien cuidado estaba la fuente de piedra negra que muchas veces vio en sus sueños… se quedó paralogizado… en una fracción de segundos volvió a ser niño y hasta sintió la presencia de la dama.

¿Sorprendido?

Recién en ese momento volvió a la realidad, era la esposa del juez, el joven no atinaba palabra alguna…

Mucho…
A mi Ud me ha sorprendido mucho
, mientras le tomaba del brazo y le encaminó hasta la orilla de esa fuente tan especial, Ud ha resultado todo un enigma, por sus reacciones, por sus dichos, por su madurez…
Siento que caigo por un pozo sin fondo y cada vez que creo que estoy en el camino de entender, algo sucede y vuelvo a confundirme…por suerte no vine con la familia… en un principio para mi sólo era abrir el candado de la caja y ya…pero…
Quizás sea desde ahí de donde comience a desenrollar la madeja…
dijo ella, mientras se sentaba en la orilla de la fuente.
Eso pensé antes de llegar, pero algo me ocurrió cuando vi al juez en la estación…
¿Que cosa?,
indicándole que se sentara Ayentemo.
Su nerviosismo exagerado cuando me vio bajarme del tren…
y se sentó junto a ella.
¡Ah!….
Y no logro entender que sucedió
Ud no deja detalle libre…
Bueno, será por lo que yo hago, un detalle libre puede hacer que toda una jornada sea en vano, soy rastreador, sigo huellas…claro que cada vez es menos necesario…Y ahora esto, este jardín que nunca pensé que lo vería algún día…esta fuente…
¿Es la que Ud veía en sus sueños?
Intervino el juez acercándose, no se pare…
Si no suena a exagerado, diría que todo es igual, igual a lo que veía…y para que todo sea exacto y por favor no me tomen por loco sería escuchar su voz muy especial y la forma de hablar…
¿Como así?,
pregunto la señora Graciela..
Ronquita y muy suave, como susurro…
quedaron los tres en silencio…
A mi no me cabe duda, dijo el juez, dirigiéndose a su esposa.
A mi, menos,
respondió ella…es mejor que comiences ahora Celedonio y no te detengas, creo que hoy almorzaremos a la hora del Ángelus de la tarde…los dejo...no se pare…si ud. me permite, voy a hacer algo que he querido hacer hace muchos años, y acercándose al joven le puso las manos en los hombros y le dio un suave y cálido beso en la frente y luego se retiró.

Ayentemo estaba realmente confundido mientras don Celedonio buscaba, con la vista, infructuosamente algo imaginario en la copa de los árboles, solo se oía el trinar de los pajarillos.

Bueno…yo quiero almorzar a la hora, por lo que, en este cuento, tomaré atajos, Juancho le tiene que haber contado todo lo que él sabía, así que, yo le contaré lo que, me imagino, Juancho no sabía… y le ruego, interrúmpame cuando Ud lo estime conveniente…
Como Ud mande juez…
Como le dije, la dama de sus sueños es mi hermana, y no me cabe duda, y créame que, todo esto me pone de cabezas muchas cosas y me hace repensar cosas de las cuales daba por superada… todo esto para mi no tiene explicación, pero tengo claro que las pruebas son concluyentes…y creo que no hay un lugar mas preciso que este para contarle todo, este era su rincón, aquí venia todo los días hasta que no pudo mas, aquí se entretenía con su hijo, por ese tiempo yo me fui a Santiago a estudiar Derecho y cuando venía los veranos nos entreteníamos los tres aquí, o a veces íbamos al río, a bañarnos…
¿Su sobrino debería tener como la edad de mi sargento Ramírez?
El sargento es como dos años mayor que el capitán y mi sobrino unos cuatro años mas… a esta fecha debería haber tenido….unos sesenta y algo…
Eso quiere decir que cuando nací el tenía como unos…
Treinta años… si las matemáticas no se equivocan…
Siete menos que yo…y mi madre era menor que él, supongo…
Me imagino que si…por lo menos Juancho me dijo que cuando la conoció parecía una chiquilla…
Entonces ¿Ud conocía a Juancho?…
Desde cuando tenía como treinta años, Juancho era mayor que tu padre, como cinco años…
Eso quiere decir que a Juancho Ud lo conoció hace como cuarenta años…
Algo así, no le sabría decir con exactitud, a Juancho lo vi como cuatro veces en mi vida…La primera vez, por circunstancias muy especiales, luego, cuando lo tuve que procesar y le di sentencia de cinco años y un día, después cuando mataron a tu padre, la última vez, cuando vino a buscar los papeles suyos, para el Regimiento y bueno hace dos meses, cuando lo enterraron, pero solo vi su ataúd…. Se podría decir que cinco veces en casi cuarenta años…
¿Y a mi padre lo conoció?
Si,
¿Cuántas veces lo vio?
De adulto, dos veces, una vivo y la otro muerto…
¿Y a mi mamá?
Nunca en persona, pero se quien es ella…

Ayentemo se paró y caminó unos pasos y del bolsillo interior del vestón saco un cigarrillo y lo encendió.

¿No sabía que fumara?
Lo hago muy pocas veces…
¿Y bebe?
Sólo por compromiso…¿Y a quién mas conoce y que tenga que ver conmigo?
A tus abuelos paternos
¿Eran de acá?
Ella
¿Y él?
Del norte
¿Y que hacia?
Fue militar, después vigilante de Ferrocarriles y después prestó servicios especiales al Ejercito… eso es lo que se….
¿Tengo parientes por el lado de ellos?
Pocos
Los conoce
Si, ¿los quieres conocer?
No, no por ahora…

Ayentemo se tomaba su tiempo para hacer cada pregunta, mientras que el juez respondía como niño aplicado en examen de fin de año.

¿Porque nunca me dijo que era mi padre quien esta en esa tumba del cementerio?
Porque supuse que Juancho de lo había dicho..
No me lo dijo, lo deduje. Sabía que lo mataron los Vigilantes…
Ayentemo se quedó callado por un instante… y que se lo trajeron para acá… y lo demás Ud ya lo sabe…
A propósito, tengo una curiosidad, ¿Cómo dio con la tumba de su padre esa noche que casi mata del corazón al rondín?

Ayentemo miró a los ojos al juez con una expresión de sorpresa…

Desde un principio, cuando me vinieron a contar la anécdota, supe que Ud había sido, mas cuando el rondín juraba de guata que no había tomado y que no había huella alguna alrededor de la tumba…

El joven se rió, se arreglo el vestón y mirando hacia otro lado le dijo; Después que me despedí, don Vicente, porque así se llama el señor que me trajo la primera vez, me dejó en la puerta del Hotel, ahí nos despedimos, entré, le pregunté al empleado que me dijera donde podía ir a tomarme un trago “acompañado” y me indicó con pelos y señales donde ir, y de paso le dije que me habían “dateado” el negocio de del Bartolomé Lillo que tenía un aguardiente muy especial, me dijo que no era cierto pero me dio las indicaciones como llegar. Fui para allá y le dije al señor que era reportero y que estaba buscando información del bandido para escribir una historia y que me habían dicho que él era la persona clave, porque con su cooperación los vigilantes terminaron con las fechorías del Bandido, le dije que si el me ayudaba yo le garantizaba que pondría su nombre el en el diario, nos tomamos unas copas y me contó toda la historia, y hasta me hizo un mapa de donde estaba enterrado. Le pregunté si era cierto lo de las “penaurías” y él aseguró que si era cierto y que el rondín era el único valiente que hacia el turno de noche, claro que pasaba todo los días a buscar un “poquito de valor” a su negocio. Bueno, lo demás fue sencillo, a media cuadra de ahí compre un paquete de velas y cerca del cementerio me robe unas cuantas flores… entre por el lado de la línea férrea, hice lo que tenía que hacer, y después salí por donde mismo entré y me fui al hotel, y al nochero le dije que las chiquillas eran muy lindas y me fui a acostar, claro que dormí muy poco porque el tren salía de madrugada...Algo me da vueltas Juez, ¿Por qué Juancho lo vino a ver cuando mataron a mi padre?

Ahh… bueno, simple, Juancho vió caer a tu padre y como lo rodearon los vigilantes, ya se estaba obscureciendo, ellos trajeron el cadáver para los procedimientos de rigor, y Juancho se les adelantó, el conocía cada recoveco de la zona y me dijo que habían matado a Dagoberto y que lo traían para acá…conversamos un rato y se fue minutos antes que el alférez me viniera a avisar que el cadáver del bandido estaba en el cuartel y lo demás ya lo sabes por lo que le leí del expediente la primara vez que estuvo acá.

La conversación fue interrumpida por la presencia de Melania que desde la puerta del jardín pregunto al juez;

¿A que hora quiere almorzar?
De inmediato si estaba listo
Esta listo
Entonces vamos

El juez tomó del brazo a Ayentemo y a paso tranquilo se dirigieron al comedor, el joven caminaba mecánicamente, su mente trataba de reordenar cada una de los antecedentes que el juez le había dado.

El que mató a mi padre, por casualidad no fue mi…
No,
interrumpió el juez, de tu abuelo y donde terminó, es otra historia…
Por lo que veo Ud las sabe todas
No se olvide que pueblo chico…infierno grande…¿Y la caja la va a dejar ahí?
Aun no es el momento.

Esta vez el almuerzo fue grato, muy conversado y la sobremesa se prolongó por un par de horas.

9 Comentarios:

muy linda historia, ya te dije antes eres un buen amigo yun gran escritor
besos para ti.
Mica
Mmmmm...
Cómo llegas a saber que deambulo por esos lugares? Plaza Brasil con sus cafés y bares... Espero nos encontremos algún día... Yo tampoco tengo barba, ni bigotes, tan normal como cualquier mujer (o casi)... gracias.. (que conste que tampoco te estoy joteando!)
Un abrazo
Oiga

Estoy de pasadita sólo para saludar, en mi block le explico por qué no había aparecido... le dejo un abrazo y después paso con más calma.

El viejito
que retorna (ahora sí que sí)
Hace tiempo que no pasaba por sus blog, Gustavo.

Como lo leí comentando en el del Viejito Cibernético, aproveché de entrar a sus páginas y me entretuve mucho con la historia narrada aquí.

Saludos y un abrazo.
Como a veces podemos estar tan cerca, pero tan lejos...
Cumming con Yungay...
y sigo aki, escuchando música... parece que mis amigos vienen solo a dormir.. en fin
Bueno, en esta noche... te propongo disfrutar de una mañana...
Si, si, si.... la misma, la misma... un plato!!
ja!
y lo del lomito, cuando usted diga!!!
Un abrazo
OIga Master of the Universe

Cuando va a escribir algo en su block... le dejo un saludo y un fraterno y liceano.

vete
me he quedado pegado leyendo la historia
interesante lugar este
recordare la ruta hasta aqui para seguir interiorisandome
saludos

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